El Área natural protegida Campo de Piedra Pómez se encuentra en el departamento Antofagasta de la Sierra, en la provincia de Catamarca, Argentina.
Su nombre describe el paisaje caracterizado por la extensa acumulación de piedra pómez, que luego de milenios de procesos de erosión adquirió la morfología que hoy presenta.
Desde el punto de vista fitogeográfico, pertenece a las provincias altoandina y puna, caracterizadas por la aridez del suelo, la gran amplitud térmica diaria y las muy escasas precipitaciones. La baja presión atmosférica y la menor dilución de oxígeno en el aire crean el típico ambiente puneño.
El área protegida se extiende en un polígono irregular cuyo centro se ubica aproximadamente en la posición 26°39′35″S 67°30′51″O.
La población más cercana al área es la pequeña localidad de El Peñón y un poco más distante, unos 60km. hacia el norte, la localidad cabecera del departamento, Antofagasta de la Sierra.2 Esto es: en el sudoeste de la Puna de Atacama.
Cubre una superficie de 75 489 hectáreas, con alturas que oscilan entre los 3050 msnm y los 4850 msnm.

La región del noroeste de la provincia de Catamarca, dónde esta ubicado el Campo de Piedra Pómez, presenta clara evidencia de vulcanismo. El área en sí se formó presumiblemente hace cien mil años como resultado de las emisiones de los cercanos volcanes, especialmente el volcán Blanco o Robledo (26°45′44″S 67°44′43″O), cuyo cráter o caldera puede visitarse a poca distancia hacia el sudoeste del área principal de sedimentación. Según algunas investigaciones científicas, la formación de la cuenca podría haberse producido por eventos volcánicos ocurridos desde 20 millones hasta 10 mil años atrás.4
Se encuentra en plena Cordillera de los Andes, en una zona caracterizada por la presencia de más de doscientos volcanes, entre los que se destacan los gigantes de Antofalla, el Carachi Pampa, el Antofagasta, La Alumbrera y el Volcán Galán, una erupción –la del Volcán Blanco- formó el Campo de Piedra Pómez. Ubicado en el departamento de Antofagasta de la Sierra, en sus 25 km de extensión se asemeja a un mar de roca blanca con crestas rosadas. Aquí, el viento que desciende de los Andes ha tallado en las rocas las formas más diversas creando corredores o “avenidas”, y todo tipo de esculturas fascinantes. Testigo de la intensa actividad volcánica de la región desde tiempos inmemoriales, el Campo de Piedra Pómez es un paisaje inigualable, como de otro planeta.